¿Es tu “look” un indicador de tu personalidad? CUIDADO CON ESTO!!!

En estos momentos no hay medio de comunicación que no esté hablando del caso de la independentista catalana Anna Gabriel, tanto del hecho de que haya decidido no declarar ante la justicia española, como de su impactante cambio de imagen.

Este hecho hace que debamos de plantearnos esos análisis de comportamiento y casi de personalidad que hacen algunos profesionales (no todos) sobre cómo es una persona, analizando su manera de vestir, de peinarse, etc…

Tenemos que tener en cuenta que, para tener cierta fiabilidad en los análisis que realizamos en el ámbito de la comunicación no verbal, debemos de ser cuidadosos a la hora de dar una interpretación a gestos y actitudes corporales, que son realizados CONSCIENTEMENTE (como la manera de vestir), precisamente por eso, porque son conscientes y por lo tanto falseables.

Es un ejemplo muy claro, el de la independentista catalana, de cómo, dependiendo del objetivo que persiga, cambia radicalmente su imagen, siendo la misma personalidad, cambia conscientemente su aspecto personal. ¿Sería lícito dar un sentido de análisis del comportamiento al hecho de la vestimenta y del aspecto personal? En mi opinión, sólo en cuanto a las intenciones conscientes de lo que quiere lograrse con esa imagen, pero nada que ver con el sentido de “cómo es una persona”.

Por todo ello, los Sinergólogos estudiamos, analizamos, e interpretamos gestos, micro movimientos y actitudes corporales que realizamos de modo NO PLENAMENTE COSCIENTE. No olvidando los conscientes, por supuesto, pero dando el valor que a cada uno de ellos hay que darle, siempre teniendo en cuenta la posibilidad de manipulación que existe con este tipo de gestos.

 

Por tanto, aconsejo “coger con pinzas” todos aquellos análisis de se hagan de todo lo que sea consciente; no porque no estén en lo cierto, sino porque hay muchas posibilidades de que esté falseado; y los profesionales que gestionamos personas y que tomamos decisiones dependiendo de nuestra interpretación, no debemos de permitir ni siquiera la posibilidad de errar, si eliminamos la posibilidad elevamos la fiabilidad.

Escrito por Juan Manuel García López

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